En el ámbito empresarial, la eficiencia solía y suele ser el pilar fundamental para el éxito. Las empresas se esfuerzan por optimizar sus procesos, reducir sus costos y maximizar su productividad 📈. Sin embargo, bajo el panorama actual, altamente caracterizado por la rápida evolución tecnológica y la creciente complejidad de los mercados, la eficiencia por sí sola ya no es suficiente… ¿Es necesaria? Sí, pero es insuficiente…

Cualquier modelo de trabajo, sea de la disciplina que sea, va a requerir de un previo diseño organizativo ✒.

➡ No se trata sólo de adoptar nuevas tecnologías o mejorar los procesos y hacerlos más eficientes… Implica una reestructuración de base…

🔄 El cómo estamos organizados y estructurados nos obliga a una reevaluación de nuestras estructuras y jerarquías para hacerlas más flexibles y adaptativas.

📶 Somos todos conscientes que el modelo organizativo tradicional, se ha mostrado -en muchos aspectos- demasiado rígido e inflexible, restando así capacidad de respuesta de las empresas al mercado.

La excesiva burocracia, la extrema verticalidad de sus silos departamentales, las tomas de decisión tan centralizadas, etç, están siendo reemplazado por estructuras más planas, flexibles y orientadas al valor final de cliente. 🚀

🗝 El diseño organizacional ágil busca minimizar la burocracia, fomentar la toma de decisiones de forma descentralizada y una horizontalidad que pasa por equipos más cross con mayor nivel de autonomía… 🗝

Adoptar estructuras ágiles permite una comunicación más fluida y directa entre los distintos equipos y facilitan la experimentación, el aprendizaje y la rápida implementación de ideas💡innovadoras.

La agilidad operacional, muy enfocada a la eficiencia, requiere ahora más que nunca de una agilidad estructural…