¿Recordáis un libro que llevaba por título “Más Platón y menos Prozac” de Lou Marinoff?… Libro precedido años antes de otro gran éxito en ventas que fue “Nación Prozac” de E. Wurtzel.

Este último -para bien o para mal- “ayudó” a desdramatizar el uso de los antidepresivos y esto, a su vez, fue como el pistoletazo de salida a una normalización, uso, e incluso abuso, de los mismos…

El libro de Marinoff nació como crítica al excesivo uso que se hacia del Prozac para abordar la mayoría de los problemas en las personas, contraponiendo que muchos podrían ser trabajados desde una perspectiva más filosófica y no tanto con el consumo de medicación…

Obviamente no vengo yo aquí a hablar ni de medicina ni de antidepresivos…, sino de un cierto paralelismo con la manera en la que abordamos y planteamos la solución a muchos de los problemas en las empresas actualmente…

Imaginemos por un momento un libro de gestión que llevara por título; “Más Platón y menos Lean”…

Un libro que ayudara a entender que una empresa es un ecosistema construido y evolucionado sobre una infinidad de dinámicas y comportamientos humanos, donde se toman decisiones y se actúa en tiempo real bajo una serie de principios éticos y morales compartidos…

Un libro que ayudará a entender que pretender resolver los problemas de una organización exclusivamente con el uso de marcos, metodologías y métodos de trabajo es un error.

Y que lo es, porque muchos de estos marcos, métodos, etç, nacen ausentes y despojados de toda mirada, conocimiento y reflexión de naturaleza filosófica y humana.

Un libro que defendería la importancia de conocer, al menos un mínimos, los principios Aristotélicos de la ética, así como los trabajos sobre la empatía y el comportamiento colaborativo de Sócrates. Las ideas de Cicerón sobre la virtud y la justicia, las enseñanzas de Maquiavelo sobre el liderazgo y la fuerza de generar y tener una visión a largo plazo. La mirada estóica de Epicteto y de Séneca, fomentando el autocontrol y la adaptabilidad frente a las situaciones cambiantes…

Y tantas y tantas enseñanzas atesoradas durante siglos y siglos, que ayudarán a tener una gestión más inteligente pero, sobre todo, mucho más humanizada.

Un libro que nos concienciará de la necesidad de aprender a comprender y a gestionar las dinámicas y comportamientos de los equipos y las organizaciones.

Porque de no hacerlo, sería apostar a un supuesto progreso carente de todo entendimiento humano y humanidad…

Y porque presuponer humanización en la gestión de las organizaciones es una ingenuidad muy infantil…

La humanización hay que conocerla, estudiarla, aprenderla y aplicarla…

Lo dicho, un libro para trabajar más principios filosóficos y menos metodologías…