Disculpa que te interrumpa…
“Disculpa que te interrumpa”… ¿Te suena verdad?
Pues bien, más allá de la improductividad que conllevan las #interrupciones, lo que deseo compartir es que todas estas interrupciones, una vez escuchadas y ante la pregunta de; “¿para cuándo necesitas esto o darte una #respuesta sobre esto? El 100% de ellas; “para hoy, a lo sumo #mañana por la mañana”.
De verdad; ¿Qué nos está pasando? Que sí, que mucho #vuca, mucho #cambio y mucho lo que queramos. Pero permitirme ser crítica, al menos hoy. Estamos cogiendo el vicio y la mala costumbre de trabajar sin un mínimos, no digo un máximo, digo un mínimo.
Creo, sinceramente, que “abiertos al cambio ante un contexto incierto” no significa en modo alguno trabajar sin rumbo y sin planificación. Y que ser flexible no es atender las cosas según van surgiendo y apareciendo. Y que por mucho tiempos locos que estemos viviendo, tenemos que obligarnos a #poner #foco en lo #importante, dejando -eso sí- tiempo para imprevistos. Porque lo importante es lo que conlleva #Valor.
No entiendo esos silencios profundos de meses y meses con un “sí al proyecto” y luego, de la noche a la mañana, un arranques del mismo “para mañana”.
Sinceramente, me preocupa esa deriva que estamos tomando de trabajar “para hoy” o a lo sumo “máximo para mañana por la mañana”.