Orientación a Producto: La diferencia que lo cambia todo
La agilidad brilla muchísimo más cuando se trabaja orientados a producto.
El 99% de las empresas no están tan orientadas a producto como creen estarlo.
Esta orientación, de inicio, necesita de una mirada y de una mentalidad bien distinta: Qué entrego y cómo mejoro lo que entrego. Una y otra vez…, pero también, necesita de un modelo organizativo que, seamos sinceros, no tenerlo limita la capacidad de alcanzar buenos resultados por parte de los equipos. Aquí hablamos de cross y multifuncionalidad.
Si le sumas que el día a día de muchas organizaciones se desarrolla bajo estructuras y modelos organizativos mucho más orientados a silos departamentales y a ejecución de proyectos, pues adoptar dicha mirada y dicho modelo es difícil.
Para más inri y para rematar la faena, un error muy común que se suele cometer es que, guiados por los marcos operativos, comenzamos a incorporar roles de producto olvidando que las estructuras no están preparadas para ello.
Y claro, creer que la mera presencia del rol es más que suficiente para transformar la mirada es muy ingenuo… Se necesita más…
Entramos entonces en bucle. La pescadilla que se muerde la cola: Si no cambio el modelo, no cambia la mentalidad. Sin cambiar la mentalidad, cuesta mucho cambiar el modelo…
Partamos de una premisa… Trabajar un enfoque agile incorporando sólo roles de producto pero manteniendo una mirada a proyecto, es como pretender hacer una tortilla sin romper ningún huevo…
Si queremos resultados, si queremos una verdadera orientación al producto…, toca romper, un poco, no mucho pero algo. Estructuras…Y también toca comenzar a pensar NO qué trabajo hacemos y sino SÍ qué producto entregamos.