¿Cómo saber que nuestra transformación agile es lo más parecido al Titanic?

 

¿Cómo saber que nuestra transformación agile es lo más parecido al Titanic?

¿Cómo saber que estamos malgastando tiempo, dinero y esfuerzos?

Podríamos enumerar un sin fin de señales, algunas como tener una transformación construida a base de hitos a conquistar, rollo check list, pasando por un cuadro de mando “ágil” orientado a rendimientos, seguir pensando en términos de proyectos y no de productos… Y así, un largo etcétera de señales que nos dirían que algo no va bien…

Ahora bien, sin duda alguna, la señal top, la number one, la que se lleva la palma y la medalla de oro es: Alejar, disociar y no alinear la transformación agile del negocio.

Partamos de una premisa: Toda transformación, agile o no agile, X o Y, tiene como propósito último alcanzar mejoras en términos de negocio.

Comenzar un proceso de transformación -en este caso ágil- sin tener claro cuál será el impacto que queremos lograr a nivel de negocio y sin ni tan siquiera conocer -como pasa- el propio negocio suena, al menos, muy raro…

La realidad nos demuestra que disociar ambas realidades se queda en desarrollar una serie de buenas y bonitas iniciativas de mejora bien a nivel equipo, área o departamento, sin saber si esas mejoras (de cualquier naturaleza: operativas, culturales, estructurales…) generan o no impacto en el negocio de la compañía.

Y seamos autocríticos, esto es el pan nuestro de cada día…

“Hacer sin saber para qué y por qué hacer”

Así que lo primero de todo, antes incluso que el hacer es el saber…

¿El qué?

Puede parecer absurdo, pero todo el mundo en la empresa debería de tener claro el negocio de la organización…

Y no hablamos de cuál es nuestro producto y qué necesidad cubre… No nos referimos a esas necesidades primigenias que apenas cambian con el paso del tiempo; comer, vestirse, trasladarse, relacionarse, comunicarse, divertirse, orientarse, desarrollarse, etc… No, nos referimos a esas necesidades subyacentes que sí se modifican con el paso del tiempo.

Necesidades que responden no tanto al “qué necesito” sino al “cómo” lo necesito y “cómo” lo consumo…

La necesidad de vestir lleva miles y miles de años entre nosotros y eso no ha cambiado… el cómo me quiero vestir y todo lo que representa el cómo me quiero vestir sí va cambiando con el tiempo…

La necesidad de comunicarme ídem… pero el cómo quiero comunicarme y consumir esa comunicación sí va cambiando con el tiempo, y mucho…

Esto, ya no es tan obvio a nivel interno de las compañías. Esto, requiere la combinación de 2 elementos indisociables; el conocimiento del contexto y los procesos de la compañía para satisfacer necesidades en ese contexto…

Responder sólo al “a qué nos dedicamos” es no conocer el negocio de la compañía. Es la capa más superficial de conocimiento y sobre la que se construyen muchos procesos de transformación… Error…

Pero sin desviarnos del tema… La causa n°1 de Transformación Ágil a la basura…

Es llegar con tus múltiples conocimientos de agile y no conocer más en profundidad el “cómo hace negocio la compañía”. El cómo es su contexto y cómo hace en ese contexto para satisfacer a sus clientes.

Porque agilizar el equipo, área o departamento de ventas, marketing, lanzamiento de producto, logística, IT, puede parecer muy necesario y, quizá lo sea en términos de eficacia y eficiencia, eso mejora márgenes y elimina costes improductivos y de no calidad, pero en modo alguno responde de manera clara a cómo esa mejora productiva impacta en el cómo la compañía satisface (directa o indirectamente) las necesidades de los clientes/usuarios.

Porque sólo en caso de hacerlo, sí mejoramos el negocio…

En conclusión, y volviendo a DiCaprio, Winslet y su Titanic.. Un hacer por hacer con atractivos protagonistas, con momentos idílicos y épicos, con sueños y fantasías de una vida mejor, todo eso está muy bien en lo estético, pero no leer bien el contexto y el negocio en ese contexto, termina con un orquesta tocando mientras nos hundimos en medio del océano…

Proceso de Transformación y Mejora de Negocio no pueden ir jamás disociados.

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